La Domenica Del Corriere - Las violaciones en las prisiones sirias, la nueva batalla del Nobel de Paz Denis Mukwege

Las violaciones en las prisiones sirias, la nueva batalla del Nobel de Paz Denis Mukwege
Las violaciones en las prisiones sirias, la nueva batalla del Nobel de Paz Denis Mukwege / Foto: David Swanson - AFP/Archivos

Las violaciones en las prisiones sirias, la nueva batalla del Nobel de Paz Denis Mukwege

Galardonado con el Nobel de la Paz por su acción para proteger a mujeres víctimas de violaciones en tiempos de guerra, Denis Mukwege espera poder actuar en territorio sirio y ayudar a las víctimas rescatadas de las cárceles para que obtengan una reparación.

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Desde hace una década, "el uso de la violación como arma de guerra ha ido aumentando en todos los conflictos", declaró Mukwege a la AFP esta semana, al margen de una presentación, en Ginebra, del Global Survivors Fund (GSF), el cual preside.

"El hombre que repara a las mujeres", como llaman a este ginecólogo de 69 años en un documental sobre su trabajo, apoya desde el año 2020 desde Turquía a las víctimas en Siria, a donde no tenía acceso por el conflicto interno.

Pero, ahora tras la ofensiva relámpago de grupos rebeldes que derrocaron al ex presidente Bashar al Asad el mes pasado, este médico congolés espera poder ayudar a las víctimas directamente en Siria, con la ayuda de sus socios.

El GSF, fundado en 2019, busca ayudar a las supervivientes de violencia sexual relacionada con conflictos para que obtengan reparaciones en varios países, como Nigeria, Irak y la República Democrática del Congo.

"Apoyamos una magnífica organización creada por víctimas de la prisión de Saydnaya y otras cárceles. Durante cuatro años, hemos trabajado juntos para apoyar a las víctimas del régimen y a las víctimas del EI", el grupo Estado Islámico, dijo a la AFP Esther Dingemans, directora del Fondo.

La organización ha puesto en marcha iniciativas como ofrecer atención médica y psicológica o ayudas para estudiar en la universidad.

"Es un trabajo que podría sembrar las semillas de un programa más amplio de reparaciones en Siria", comentó Dingemans, que espera que los socios de GSF puedan "empezar ese trabajo ahora en Siria", antes de que "el gobierno" tome el relevo.

- Cifras de víctimas "increíblemente altas" -

Escenario de múltiples ejecuciones extrajudiciales, torturas y desapariciones forzadas, la prisión de Saydnaya es un símbolo de las atrocidades cometidas por el presidente derrocado, Bashar al Asad, contra sus oponentes.

En cuanto entraron en Damasco el 8 de diciembre, los rebeldes sirios anunciaron que tomaron la prisión y que liberaron a detenidos, algunos de los cuales estaban hacinados allí desde los años 1980.

Según la Asociación de Detenidos y de Desaparecidos de la Prisión de Saydanaya (ADMPSP), que el GSF apoya, más de 4.000 presos fueron liberados.

"Casi todos los que pasaron algún tiempo en esos centros de detención" sirios "sufrieron violencia sexual. Así que las cifras son increíblemente altas", destacó Dingemans.

- "Acto de destrucción" -

Según Mukwege, las autoridades al servicio de Al Asad enviaban a los sirios en el exilio o en el frente "imágenes de sus esposas siendo violadas" en las cárceles del país.

"Creo que cuando se hace un acto así, se trata de un acto pensado con un objetivo claro, que es destruir a la persona y también destruir a su comunidad, destruir el tejido social", afirmó.

Un "acto de destrucción" que también es moneda corriente en otros conflictos.

El doctor Mukwege, galardonado con el Nobel de la Paz en 2018 junto con la cofundadora de GSF, la iraquí Nadia Murad -quien fue víctima de violencia sexual por parte de yihadistas-, ha tratado desde hace más de 20 años a mujeres víctimas de violación utilizadas como arma de guerra, en su clínica en República Democrática del Congo.

"Solo el año pasado, 123.000 mujeres fueron víctimas de violaciones" en ese país, según la ONU, es decir, "una mujer cada cuatro minutos", subrayó el médico.

Pero el uso de la violación como arma de guerra es algo "global" y "no tiene nada que ver con costumbres o continentes", recalcó, citando países como Ucrania, Kosovo, Colombia, Irak o Sudán.

"Desgraciadamente hoy, la justicia es una excepción y la impunidad, la regla", dijo. Pero aún queda esperanza: "al menos podemos constatar que esto ya no es un tema tabú. Podemos hablar de ello".

C.Jacaruso--LDdC