Regreso agridulce para los exiliados sirios que buscan a sus familiares muertos o desaparecidos
Wafa Mustafa soñaba con volver a Siria, pero la ausencia de su padre empañó la alegría de su regreso más de una década después de la desaparición de su progenitor en las cárceles de Bashar al Asad.
Su padre Ali, un activista, figura entre las decenas de miles de muertos o desaparecidos en las cárceles sirias.
Sus familiares regresan a Siria en busca de respuestas tras la caída del presidente Asad en diciembre por una movilización de rebeldes encabezados por islamistas.
"Del 8 de diciembre hasta hoy, no he sentido alegría", comentó Mustafa, de 35 años, quien vivió refugiada en Berlín.
"Pensé que una vez en Siria todo sería mejor, pero en realidad todo aquí es doloroso", comentó. "Camino por la calle y recuerdo haber pasado por ese mismo sitio con mi padre", dijo.
Desde que llegó a Damasco recorrió oficinas y locales de los servicios de seguridad, prisiones, morgues y hospitales en busca de información sobre su padre.
"Puedes ver la fatiga en el rostro de la gente" en todas partes, indicó Mustafa, quien dirigía las comunicaciones del grupo de derechos humanos Syria Campaign.
Ella fue invitada en 2021 a declarar ante la ONU sobre los desaparecidos en Siria.
Los rebeldes que depusieron a Asad liberaron a miles de detenidos tras casi 14 años de guerra civil que dejó más de 500.000 muertos y millones de desplazados.
Mustafa regresó a la Subdivisión 215, una prisión tristemente célebre administrada por la inteligencia militar, donde ella misma estuvo detenida por participar en una manifestación prodemocracia en 2011.
Allí encontró documentos que citan a su padre. "Ya es un comienzo", expresó.
Ella ahora quiere "la verdad" y piensa seguir buscando respuestas en Siria.
"Yo sueño con una tumba, con tener un lugar donde ir por la mañana a hablar con mi padre", contó. "Las tumbas se han convertido en nuestro mayor sueño".
- Exigir justicia -
Mustafa participó en Damasco en una protesta para exigir justicia para los desaparecidos y respuestas sobre su paradero.
También estuvo allí Youssef Sammawi, de 29 años. Llevaba un retrato de su primo, cuya detención y golpiza en 2012 impulsó a Sammawi a huir a Alemania.
Años después identificó el cuerpo de su primo entre las 55.000 imágenes tomadas por un fotógrafo militar identificado como "Caesar", quien desertó y publicó las fotos.
Tomadas entre 2011 y 2013 y autenticadas por expertos, las fotos muestran miles de cuerpos torturados y muertos por hambre en las cárceles sirias.
"La alegría que sentí se convirtió en dolor cuando llegué a casa sin poder ver a mi primo", manifestó Sammawi.
Dijo que su tío también fue detenido y ejecutado después de visitar a su hijo en el hospital.
"Cuando regresé, realmente me di cuenta por primera vez que ya no estaban", declaró. "Exigimos que se haga justicia para aliviar nuestro sufrimiento".
La caída de Asad permitió que muchos regresaran del exilio, pero otros aún tienen dudas.
Fadwa Mahmoud, de 70 años, dijo a AFP que no tiene noticias de su esposo e hijo, ambos opositores de Asad detenidos al llegar al aeropuerto de Damasco en 2012.
Ella huyó al año siguiente a Alemania y cofundó el grupo de derechos humanos Familias por la Libertad.
Asegura que de momento no planea regresar a Siria.
"Nadie sabe realmente lo que pasará, así que prefiero mantener la cautela", indicó.
Mahmoud dice estar decepcionada de las nuevas autoridades sirias, que prometieron justicia para las víctimas de las atrocidades de Asad pero "no se toman los casos en serio".
Afirma que el nuevo gobernante sirio, Ahmed al Sharaa, "aún no ha hecho nada por los sirios desaparecidos", aunque se reunió por dos horas con la madre de Austin Tice al llegar a Damasco.
Tice es un periodista estadounidense desaparecido en 2012 en Siria.
Sharaa "no respondió" a la petición de los familiares de sirios desaparecidos para una reunión, según Mahmoud.
"La revolución no hubiera tenido éxito sin los sacrificios de nuestros detenidos", aseguró.
S.Esposito--LDdC